ONE CASTRO IS ENOUGH


Hay quien dice que hay que ser venezolano para entender a Venezuela y la verdad, es que no hay cosa más cierta. Desde otras latitudes hay quien piensa que Chávez es un gran estadista y que gobierna legítimamente, pero no se acuerdan del golpe que dio, ni de los pistoleros que honró. Mr CH ha limitado la libertad de prensa, ha asesinado a ciudadanos que se manifestaban en paz y ha modificado la constitución venezolana para hacer lo que le viene en gana.
Lamentablemente una cosa es mirar una “revolución” desde lejos y otra muy diferente, vivirla. Las últimas acciones llevadas a cabo por el gobierno de Mr. CH en su afán de implantar un régimen “socialista” van desde la expropiación de reconocidas plantas (caso Heinz) hasta la posibilidad cada vez más inmediata de otra modificación a la Carta Magna para que el man siga haciendo desastres.
Lamentablemente, el dinero puede mucho y de eso Mr CH sabe bastante; sino que le pregunten a Mr Kirchner, quien le dejó claro a Lula que viajó a Brasil sólo para recoger los dólares que Chávez aportó de su billetera con el cuento de la fulana integración, haciéndole un claro desplante a la figura del brasilero.
Ver la “revolución” desde afuera no significa gritar que "no somos esclavos del capital" ni implica que el capitalismo conduzca a una lucha por la supervivencia. Más bien sucede que la aceptación del intervencionismo arrasa con los derechos individuales y la prosperidad de los más olvidados, avanzando como un cáncer a los países vecinos.
Hay que aprender que cuando el Guaire se desborda, sus aguas nos pueden salpicar, y si no que se lo pregunten a Mr. Bush, que por no entender eso, ha tenido que limpiarse la cara por andar haciendo negocios con quien no debe.
A nuestros amigos socialistas hay que recordarles que los bienes y derechos son inalienables y nadie se los va a regalar; y que el derrocamiento de un tirano es una de las cosas más dignas que puede hacer un colectivo: acabar con la opresión. Y perdónenme los socialistas, pero opresión implica la imposibilidad de disponer de nuestras vidas y propiedades para buscar la felicidad como se nos antoje. Conozco a más de uno de izquierda, que cuando todo comenzó, huyó por la derecha !!!